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5 de marzo de 2024. 

Día Mundial de la Eficiencia Energética: menos, es más

El 5 de marzo es el día a nivel mundial que promueve la importancia de emplear de manera óptima la energía. El origen de esta fecha proviene de la Primera Conferencia Internacional de Eficiencia Energética celebrada en Austria en 1998.

Nuestra universidad trabaja activamente bajo el compromiso de reducir los impactos ambientales causados por sus actividades de funcionamiento, a través del programa UNSE Verde y la implementación de proyectos de desarrollo tecnológico, como la reconversión del auto eléctrico, llevado adelante por el Instituto de Tecnología Aplicada, dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnologías.

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Para ello, contribuye constantemente en proyectos y capacitaciones para la gestión de la eficiencia energética, así como campañas de concientización de ahorro de la energía, destinados a toda la comunidad universitaria; además de la elaboración y publicación de artículos científicos y de difusión.

La Dra. Arq. Gabriela Giuliano, docente e investigadora de FCEYT UNSE- UCSE y CONICET, integrante del equipo UNSE Verde y responsable del grupo Hábitat Sustentable y Saludable SDE, explica que la eficiencia energética según la Agencia Internacional de Energía (IEA) es la forma de gestionar el crecimiento de la energía útil, obteniendo un resultado igual con menor consumo o un resultado mayor consumiendo lo mismo. Es decir, tiene que ver con “un modo inteligente de aprovechar la energía en las actividades que realizamos, buscando ahorrar y hacer un uso racional de recursos no renovables e incorporar fuentes renovables, sin afectar el confort de usuarios ".

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Evidencia que el ahorro en el consumo de energía genera un triple impacto, afectando tanto el ámbito social, como el económico y el ambiental. Por ello, es cada vez más importante promover un cambio en los comportamientos individuales para mejorar el aprovechamiento de la energía.

Para caminar en dirección a la creación de conciencia ambiental, específicamente en lo referente al uso responsable de la energía y a su eficiencia, la Dra. Giuliano comparte unos consejos que, además de ser aplicados en los hogares, pueden transferirse a las aulas y espacios laborales:

  • Encender luces, ventiladores proyectores y aire acondicionado (AA) sólo cuando se necesiten y apagarlas cuando ya no se precisan.
  • No dejar en modo espera computadoras y pantallas de TV, siempre apagar y desenchufar preferentemente.
  • Programar el equipo de aire acondicionado a una temperatura de 24ºC para el verano (porque temperaturas inferiores no enfriarán más rápido y será un gasto innecesario de energía) y 20°C en invierno, es suficiente para garantizar una zona de confort térmica. Cada grado de diferencia supone un ahorro de un 8% de energía.
  • Si no se utiliza por mucho tiempo, conviene apagar los pilotos de calefones y termotanques para disminuir su consumo de los gasodomesticos.
  • Si se debe comprar artefactos de iluminación que sean de tecnología LED, y en equipos nuevos climatización y producción de agua caliente, en instalaciones, deben ser de óptimas prestaciones de eficiencia (etiquetados verdes, clase A a C).

Asimismo, destaca que la responsabilidad del cuidado ambiental no recae únicamente en los usuarios, sino también en los profesionales de la construcción de edificaciones (proyectistas, técnicos, ingenieros, arquitectos, entre otros). “Tienen el deber fundamental de utilizar materiales de alta calidad homologados, incorporar aislamientos y otras estrategias pasivas, como protecciones solares de fachadas para reducir el consumo energético en iluminación y climatización principalmente. Es importante evitar la construcción de grandes superficies vidriadas en las orientaciones este y oeste, debido al excesivo impacto de la radiación solar en las horas de la mañana y la tarde, respectivamente. Además, se pueden considerar otros ajustes, guiándonos de diversas normativas y certificaciones, como la del etiquetado de eficiencia energética de viviendas, como IRAM 11.900 (2017, 2019) que puedan implementarse para promover prácticas más sostenibles”. 

 “…debemos no solo focalizarnos en los mínimos aportes, sino apuntar a maximizar cambios y mejorar los diseños de los edificios con estrategias pasivas, para la demanda de menor energía, y en instalaciones, aplicar estrategias activas como el control y automatización del encendido y apagado de artefactos y equipos, para que en su etapa de uso consuman menor energía”

En esta jornada de reflexión, instamos a toda la comunidad UNSE a comprometerse e involucrarse en la disminución del consumo de energía tanto en nuestras instalaciones como en sus vidas diarias. Reducir el consumo de energía, significa mayor ahorro económico y beneficio para el medio ambiente.

¡Unite a este importante desafío ambiental y marquemos la diferencia!

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