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Universidad Nacional de Santiago del Estero
Secretaria de Extensión Universitaria
Programa Educativo de Adultos Mayores

15 de Junio

Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez
 

El envejecimiento de la población se ha convertido en una de las transformaciones
sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores
de la sociedad, entre ellos, el mercado laboral y financiero y la demanda de bienes y
servicios (viviendas, transportes, protección social...), así como para la estructura
familiar y los lazos intergeneracionales.


Los esfuerzos y avances del conocimiento científico, de la academia, las políticas públicas y las prácticas del amplio, complejo e interdisciplinario campo gerontológico parecían haberse conjugado en logros acerca de la construcción de una sociedad democrática e inclusiva de los derechos y la dignidad de las personas mayores en todos sus alcances y condiciones. De pronto, un hecho inédito, la pandemia del coronavirus COVID 19, produjo una situación inesperada, compleja y difícil de afrontar por su envergadura y sus consecuencias. En tal contexto, se incluyó a los adultos mayores de 65 años en los grupos de riesgo más visibles categorizándolos de manera generalizada como población vulnerable con requerimientos de cuidados especiales y aislamiento social preventivo sostenido. Dicha percepción paternalista, edadista, discriminada y fatalista, puso en evidencia ciertos prejuicios que se pensaban ya superados. Volvió a homogeneizar a la vejez, caracterizándola unilateralmente por la carencia y la pérdida que aceleran los procesos subjetivos de abandono, soledad, miedo, ansiedad y depresión.


En este sentido, es dado mencionar que el Día Mundial de Concientización sobre el abuso y maltrato a las personas mayores fue instituido en 2006 por la Red Internacional para la Prevención del Abuso de Ancianos (INPEA) y reconocido como Día de las Naciones Unidas por la Asamblea General en 2011. Según estimaciones de la OMS, una de cada seis personas de 60 años y más sufre abuso lo que significa casi 141 millones en todo el mundo. Este número puede ser mucho mayor ya que el abandono, el abuso y la violencia hacia este grupo etario se encuentran entre las violaciones de los derechos humanos más ocultas y menos representadas.


En este año, el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez coincide con dos importantes acontecimientos. El primero es el comienzo de la Década de las Naciones Unidas para el Envejecimiento Saludable (2021-2030), el cual marca el
inicio de diez años de colaboración concertada y sostenida con diversas partes interesadas que tiendan a mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y sus comunidades. El segundo es la conmemoración del Vigésimo Aniversario de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento y la cuarta revisión y evaluación de la implementación del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento. Este Plan representa la primera vez que los gobiernos acordaron vincular las cuestiones del envejecimiento con otros marcos para el desarrollo social y económico y los derechos humanos. Los 159 Estados Miembros que lo firmaron, reafirmaron el compromiso de no escatimar esfuerzos para proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo. Ambos hitos nos brindan la oportunidad de dar un empuje a la acción internacional para avanzar en la agenda del envejecimiento. Es un marco pertinente con referencia específica al maltrato en la vejez que establece como objetivos tanto la “eliminación de todas las formas de negligencia, abuso y violencia de las personas mayores” como “la creación de servicios de apoyo” para abordarlo. Estos objetivos incluyen acciones de revisión de políticas, promulgación de leyes e iniciativas de sensibilización, información, capacitación e investigación. Sin embargo, en ausencia de un estándar internacional
sobre los derechos de las personas mayores, continúan las brechas entre la política y la práctica, la movilización de los recursos humanos y financieros necesarios, así como el progreso desigual en la implementación del Plan.


El tratamiento de la compleja problemática de la violencia hacia las personas mayores requiere la necesidad de un enfoque interdisciplinario, cuyas intervenciones estén dirigidas hacia los múltiples determinantes de la violencia. Esto conlleva el fortalecimiento de las relaciones intergeneracionales, las acciones dirigidas a fomentar una imagen positiva del envejecimiento así como la articulación efectiva de los Organismos que intervienen para optimizar las diversas alternativas socioculturales y sanitarias tendientes a la visibilización de las múltiples violencias hacia las personas mayores.

 
Nuestras reflexiones en el marco del PEAM–UNSE, fecundo e ininterrumpido territorio de nuestras prácticas educativas “con” personas mayores en la UNSE. Queremos destacar que no es suficiente un día para reflexionar y tomar conciencia
sobre el abuso y maltrato hacia los mayores. Por el contrario, todos los días del año debieran ser nuevas oportunidades para el logro del buen trato, caricia para el alma y el cuerpo. Ellos se merecen respeto, solidaridad, cuidado y, sobre todo, reconocimiento, afecto y gratitud. Son nuestros cimientos, nuestras raíces, fuertes pilares para hijos, nietos y bisnietos. Son los padres y abuelos que nos ayudaron a crecer, nos acompañaron y acompañan a transitar por la vida.
Los años que se tengan no importa, pero sí el entorno de inclusión familiar, comunitaria y social para estimularlos, afianzar en ellos la autoestima, contribuir al encuentro con otras personas mayores, con jóvenes y niños.
¡Potenciemos el Buen Trato! ¡Cuidemos a nuestros mayores! ¡¡Ellos nos necesitan, nosotros los necesitamos!!

Dra. Norma Liliana Tamer
Coordinadora General.
PEAM-UNSE
Secretaría de Extensión Universitaria

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