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Día patria

La UNSE conmemoró el Día de la Independencia
 
 
La comunidad de la UNSE se reunió para recordar esta fecha, que contó con el mensaje reflexivo de la Mg. Margarita Fantoni.
 
Viernes 8 de julio de 2022
 
 
En el patio central de la UNSE, se desarrolló el acto en conmemoración a la Declaración de la Independencia. Del mismo participaron el rector de la UNSE, Ing. Héctor Paz, autoridades de las diferentes Facultades y Escuelas, miembros del Gabinete de Rectorado, personal docente, nodocente y público en general.
 
El izamiento de banderas, la presencia de las banderas de ceremonia de la Nación y de la Provincia y la entonación del Himno Nacional Argentino, fueron parte de esta emotiva conmemoración, donde, para referirse a esta fecha tan significativa para nuestro país, hizo uso de la palabra la Mg. Margarita Fantoni, quién expresó: “Hoy más que nunca, debemos honrar a nuestros congresistas, recordando sus legados. De ahí la necesidad de conocerlos como hombres de su tiempo, cada uno de nosotros desde el lugar que nos toca debemos comprometernos en este camino de formación de valores confiando en nuestros estudiantes para tener el país que todos queremos y merecemos”.
 
"Apostemos a un futuro mejor, por los que murieron luchando en aquellos años, pero principalmente por nosotros, por los más de 47 millones de argentinos que somos, por las juventudes que se forman en esta universidad, por los que creemos que se puede construir un país con justicia social y teniendo en cuenta las necesidades del prójimo ¡vivan estos 206 años de independencia!"
 
Escuchar el mensaje completo
 
Para finalizar y tras el retiro de las Banderas de Ceremonia, los presentes disfrutaron de un momento artístico.
 

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Compartimos el discurso completo de la Mg. Margarita Fantoni

 

"Buenos días Señor Rector, Señores Decanos, docentes, personal no docente, alumnos y público en general Es para mí un honor tomar la palabra en esta fecha tan importante.

Cada 9 de julio en todos los rincones del país comienza uno de los rituales más lindos de nuestra historia. Miles de escuelas, universidades detienen su tiempo institucional, como nosotros ahora, para encontrarse, reunirse, reflexionar juntos el sentido del Día de la Independencia.

Hace 206 años Tucumán abrió las puertas y el corazón, para que una casa refugiara nuestra historia como país, por ser allí el lugar donde un grupo de personas que representaban a las hoy provincias lograran un acuerdo necesario para marcar el rumbo a seguir.

Así se inició el proceso de nuestra independencia, una de las decisiones más importantes que tomaron los habitantes de las Provincias Unidas del Sur. Llevó mucho tiempo, luchas, batallas y personas que pusieron corazón y vida. San Martín, Belgrano, Güemes y tantos más tuvieron que superar dificultades para ser los garantes de los congresales de Tucumán.

No fue fácil, pero el profundo sentimiento de libertad y la fuerza de muchos argentinos, hicieron que este sueño se hiciera realidad.

Hombres simples, como nosotros, que por amor a su tierra gritaron con coraje ¡SÍ! ante la pregunta de Narciso Laprida y nos permitieron empezar a soñar con un proyecto de país.

El contexto internacional era complejo: España se había liberado de los franceses y el Rey Fernando VII, vuelto al trono, se disponía a recuperar los territorios americanos que estaban en manos de los revolucionarios. El ejército realista había comenzado a  avanzar por toda la región derrotando a una parte de los movimientos independentistas americanos.

Estaba en marcha el plan de guerra de José de San Martín, que con enorme grandeza lo llevaría más allá de las Provincias Unidas. Era necesario que nos independicemos.

 Centraremos el análisis en los congresales de Santiago del Estero, los sacerdotes Pedro León Gallo y Pedro Francisco de Uriarte. ¿Nos podríamos preguntar por qué se los seleccionó? La respuesta está en que el 90 % de la población santiagueña era analfabeta. Esta problemática se evidencia hasta fines del siglo XIX. Hablar de esta dimensión socio-cultural en un ámbito como el de la universidad es muy significativo.

Además el clero jugó un gran papel en la sociedad de la época como en el ámbito político. Eran los sacerdotes quienes tenían contacto con los pobladores en sus villas y quienes, en un lenguaje accesible, comunicaban lo que estaba sucediendo.

Díaz Gallo y Uriarte participaron de las sesiones y firmemente apoyaron la decisión de la declaración de la independencia. En Santiago del Estero la Jura del Compromiso de sostener la Independencia se llevó a cabo el día 3 de agosto de 1816, tiempo después en el resto de  nuestra provincia.

Ahora bien, ¿qué otros roles cumplieron estos dos sacerdotes?  Nuestros representantes apoyaron la moción que el acta sea leída a todas las poblaciones que participaron en el Congreso. Debemos tener en cuenta que esta proclama se publicó además del español en quechua y aimara con el fin de incorporar a los pueblos originarios.

Aún con ambivalencias, el proceso de la Independencia construyó un nuevo horizonte para pensar la libertad y la igualdad, creó un  contexto favorable para la demanda de derechos de distintos grupos, brindó oportunidades de ascenso social y abrió la posibilidad de desafiar las jerarquías sociales existentes.

Quisiera rescatar las fuentes documentales que nos permiten reflexionar sobre este hecho histórico, ellas son las Actas de Sesiones secretas y el Redactor del Congreso Nacional. Allí se reflejan las actuaciones de nuestros congresales. Por ejemplo, Pedro Francisco de Uriarte propuso en el Congreso y es apoyado por Pedro León Díaz Gallo, un proyecto de colonización en el que se establece que todas las tierras improductivas podían ser entregadas a personas que las solicitaran para dedicarse a las actividades agrícolas ganaderas.

Con respecto al tan mencionado fusilamiento de Borges. El Congreso aprobó, incluso con la anuencia de los representantes santiagueños, un decreto que todos aquellos que alteraran el orden público debían ser castigados con la pena capital. Esta medida fue aplicada a Juan Francisco Borges. Inmediatamente Díaz Gallo y Uriarte interceden ante el Congreso y Belgrano para que los que habían participado en la rebelión con Borges no sean ejecutados, evitando mayor derramamiento de sangre.

De igual manera, podemos señalar que los representantes santiagueños, al igual que los demás congresistas apoyaron la aprobación de la constitución de 1819 de carácter centralista y aristocrático; y que posteriormente fue rechazada por las provincias.

Sesionando el Congreso en Buenos Aires y asumido el gobierno Sarratea, en marzo de 1820 considera a los congresistas “traidores al Congreso de los pueblos libres” y son encarcelados, entre ellos los santiagueños a los que denominan: traidores a la patria.

La defensa de los congresistas la realiza Pedro León Díaz Gallo, secundado por Uriarte. Refutan la decisión de Sarratea y consideran la prisión ilegal por ser emanada de la legislatura de Buenos Aires y sostienen que debe crearse una comisión especial a efecto de juzgarlos en libertad. Este es un documento importante. Sin embargo, lo que permitió la libertad de los congresales es la destitución de Sarreta y regresando los congresales a sus provincias.

Díaz Gallo y Uriarte encuentran que Santiago había proclamado su autonomía y elegido como gobernador a Juan Felipe Ibarra, lo que plantea una situación de guerra con Tucumán. Ibarra designa a Díaz Gallo encargado de negociar la paz con los representantes de Tucumán y los representantes de Córdoba, que actuaban como mediadores. Firmando el tratado de Vinará  que establece la paz entre las dos provincias y se reconoce la autonomía de Santiago del Estero.

A partir de este momento Díaz Gallo como Uriarte se dedican a actividades espirituales y también continúan ligados a las acciones de organización del estado provincial. Esta mirada sobre Díaz Gallo y Uriarte nos muestra como sus vidas se vieron transformadas por el proceso independentista. Esto puede ser visto como ejercicio de memoria.

Hoy sabemos que los sentidos de la libertad y la independencia cambian con las épocas, Y por lo tanto debemos resignificar y apropiarnos de esos sentidos. Hoy nos parece claro que no hay proceso histórico tendiente a la ampliación de la libertad sin el protagonismo y la participación popular, como la que tuvieron, con todas sus tensiones los pobladores durante las luchas por la independencia.

Hoy más que nunca debemos honrar a nuestros congresistas, resguardando su legado. De ahí la necesidad de conocerlos como hombres de su tiempo. Cada uno desde el lugar que nos toca ocupar, somos responsables y debemos comprometernos en este camino de formación de valores confiando en nuestros estudiantes, para que tengamos el país que todos queremos y merecemos.

Apostemos a un futuro mejor. Por los que murieron luchando en aquellos años pero principalmente por nosotros, por los más de 47 millones de argentinos que somos, por las juventudes que se forman en esta universidad, por los que creen que se puede construir un país con justicia social y teniendo en cuenta las necesidades del prójimo.

¡VIVAN estos 206 años de independencia y por muchos logros más!"

 

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