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Hoy se cumplen 150 años de la ingeniería en nuestro país. Esto se debe a que en 1.870 se recibieron los primeros Ingenieros Civiles, fueron 12 egresados y Luis Huergo fue el primero de ellos, se los conocía como "Los doce apóstoles de la ingeniería". 25 años más tarde, el Centro Argentino de Ingenieros (CAI) acordó establecer el 6 de junio como el nacimiento de la ingeniería en Argentina. Fue con estos primeros egresados que en nuestro país inició la historia por la cual hoy celebramos 150 años.

En esa primera época de la ingeniería argentina cita un documento de la UNLZ que: “La mayoría de las tesis abordaron cuestiones vinculadas a la infraestructura vial y ferroviaria del país, como la de Luis A. Huergo sobre “Vías de comunicación” o la de Guillermo White sobre “Construcción de puentes”. Los temas elegidos mostraban la inquietud de estos primeros graduados por la integración de la población, la economía y el territorio nacional, en un contexto en el que la idea de “construir la Nación” actuaba como un paradigma clave”.

Cabe señalar que estos valores que impulsaron el desarrollo del país y la integración territorial, continúan vivos en quienes se desempeñan en esta profesión.

En este texto les compartimos puntos de vista de algunos profesionales locales, sobre la Ingeniería en general y en nuestro país.

El Ing. Mario Simón, ex docente de nuestra Facultad, resalta: “Los hombres de la ingeniería argentina, debemos rendir homenaje al Dr. Juan María Gutiérrez quien, en sus funciones como rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires, dispuso la reapertura del Dpto. de Cs. Exactas y la creación de la carrera de ingeniero en 1865, decisión trascendental y punto de partida para la gestación de ingenieros nacionales, quienes supieron interpretar las necesidades de la joven república, volcando su inteligencia en la concreción de importantes obras de infraestructura como caminos, puertos, canales, energía eléctrica, salubridad, etc.”

La Ing. Rosa Kairuz, egresada de nuestra Facultad y actual docente, expresa: “La ingeniería argentina se compromete con la sociedad, trata de innovar, pero muchas veces las situaciones económicas del país no acompañan a que se desarrolle más. A la vez, la ingeniería representa para mí un desafío permanente a la innovación, a la creatividad, el poder realizar grandes obras que marquen un hito. En nuestra ingeniería, orientada a caminos, representa una gran posibilidad de comunicar las poblaciones entre sí y con los grandes centros urbanos permitiendo el acceso antes imposible”.

“Para mí la ingeniería encarna la posibilidad de transformar parcialmente el medio físico para abastecer a las necesidades de la vida humana”, sostiene el Ing. Antonio Gallego, docente jubilado de la FCEyT, “por ejemplo hacer viviendas para no vivir en la intemperie, construir un camino para no transitar a campo traviesa, después conducciones de agua para llevarla a donde se la necesita, generar energía para cocinar los alimentos y para la iluminación, etc. Todo eso y mucho más lo posibilita la ingeniería, utilizando los materiales adecuados y las tecnologías apropiadas. Por todo ello elegí esta profesión, ya que permite mejorar de manera notoria la calidad de vida de la gente. En cuanto a la ingeniería argentina en general, considero que su desarrollo está muy ligado a los cíclicos vaivenes de la política y la economía en el orden nacional y que como consecuencia de ello, no se percibe un crecimiento continuo y progresivo de la actividad ingenieril en el país”.

Por su parte, la Ing. Graciela Paz, docente de nuestra Facultad, coincide en algunos puntos y expresa: “La ingeniería argentina se ve muy ralentizada por los problemas político-económicos, ya que nunca hay suficiente presupuesto para experiencias e investigaciones y tampoco para obras. Mucho se hace por esfuerzos propios e ingenio. En los ingenieros, siempre está presente el compromiso con la sociedad, en general los ingenieros estamos siempre en el servicio.”  

Perpetuándose aún hoy esa inquietud característica de la profesión y los valores con la que se desarrolló en un principio, generaciones más jóvenes de ingenieros, mantienen esa misma pasión con su profesión.

El Ing. Benjamín Gelid, egresado hace tres años, sostiene: “Para mí la ingeniería representa un cúmulo de conocimiento, que con sabiduría hay que explotarlo en diversas situaciones que se van presentando no solo en la vida laboral, sino también en lo humanitario y natural. Si tendría que elegir una nueva carrera de grado, volvería a elegir ingeniería porque es apasionante”.

Finalmente, la Ing. Ingrid Navarro egresada en 2017, expresa: “Para mí, la Ingeniería es sinónimo de desarrollo, de innovación, de pensar colectivamente, de satisfacer necesidades y resolver problemas de las personas y de la sociedad, buscando siempre mejorar su calidad de vida. Si uno estudia ingeniería o se dedica a la ingeniería creo que sabe, o tiene que saber, que todos los días se aprende algo nuevo, que tiene que perfeccionarse y estudiar constantemente. El mundo de la ingeniería es inmenso y te enfrenta constantemente a nuevos desafíos. Creo que eso es lo que me gusta de esta carrera”.

150 años han pasado desde los primeros egresados, y a pesar de las dificultades y desafíos, la ingeniería argentina se continúa desarrollando con base en fuertes valores de quienes la efectúan, el compromiso con la sociedad en la que se encuentra inmersa, la inventiva en soluciones adaptadas a la realidad local, la innovación y el servicio, por destacar algunos. Desde la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnologías, saludamos a todos aquellos que hacen su aporte para el desarrollo de la ingeniería en nuestro país. ¡Feliz Día de la Ingeniería Argentina!

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