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COMERCIALIZACIÓN DE LIBROS DIGITALES

En el marco de las capacitaciones organizadas por la Editorial de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (EDUNSE), Daniel Benchimol visitó nuestra universidad para dictar un curso-taller denominado "E-COMERCE. Comercialización de Libros Digitales". 

El Licenciado en Comunicación Social Daniel Benchimol, es el director y fundador de una empresa llamada Proyecto 451, que nació hace 6 años en Capital Federal, con la intención de unir al sector editorial con la tecnología.

En lo que va de su vida, el Lic. Benchimol trabajó en diversas editoriales pero afirma haberse sentido atraído por las nuevas tecnologías dese muy temprana edad. Esto lo llevó a participar de diferentes proyectos a nivel nacional, como también en países como México, Perú y España.

Buscando posicionarse como referentes en el tema, junto a su equipo trabajan activamente en contacto con cámaras empresarias, la cámara del libro y de publicaciones y las universidades.

En su primera visita a Santiago del Estero, Daniel Benchimol fue invitado por EDUNSE para llevar adelante un taller intensivo en el Salón Azul de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnologías (FCEyT). Durante dos días de arduo trabajo, el especialista compartió sus conocimientos en publicaciones digitales y asesoramiento editorial con los participantes, con la finalidad de hacer posible el nexo entre el mundo de los libros con las nuevas tecnologías.

A través de esta entrevista con el CECOMI, el especialista hizo referencia a los temas abordados en este encuentro y proyectó su visión acerca del avance de las herramientas digitales y su incorporación.   

¿Cómo vienen trabajando las instituciones educativas respecto a las innovaciones tecnológicas y digitales?

En particular el ámbito académico es un universo al que el libro digital afecta muy fuertemente, tanto en el proceso de formación como a la hora de producir sus contenidos y distribuirlos. Es por eso que se trataron muchos temas en el curso pero fundamentalmente se abordaron dos cuestiones: las numerosas posibilidades que ofrece el libro digital en sus múltiples formatos y cuáles son los modelos de negocio existentes en la actualidad.    

También abordamos temas referidos al marketing digital, buscando las posibilidades de que los libros se muestren más en los canales digitales. Sin dejar de lado el clásico libro en papel y ver qué podemos hacer con este formato para que el lector lo conozca y se relacione con su contenido.

Desde su experiencia, ¿cómo ve al trabajo editorial en el país?

Hay un fenómeno muy particular que se da en Argentina, que tiene que ver en primera medida con la emergencia de nuevas editoriales; todos los años se crean una enorme cantidad de ellas y en nuestro casi muchas en el interior del país. La mayoría de las editoriales comienzan a entender las posibilidades que les brindan las nuevas tecnologías de producir contenidos y distribuirlos a cualquier parte del mundo. Por lo que hablamos de un fenómeno muy sano y renovador con ideas muy interesantes.

¿Cuál es la contraparte de este nuevo mundo de posibilidades?

En lo que respecta a aspectos negativos si se quiere, hay que decir que la tecnología ingresa a la Argentina de una forma muy esporádica. Es decir que estas incorporaciones no terminan de madurar de la manera en que deberían o como lo vemos en otros países. Entonces terminamos apropiando las nuevas tecnologías de otra manera, y el libro digital no es la excepción.

¿Se puede hablar de un uso activo y pleno de los formatos digitales en Argentina?

El libro digital por ejemplo es un tipo de contenido que no ha podido penetrar fuertemente el mercado editorial en Argentina y el resto de Latinoamérica, me animo a decir. Hay una marcada presencia de las grandes empresas de tecnología que hoy están jugando un papel preponderante. Entonces depende mucho de la voluntad, el poder de decisión y las capacidades de las editoriales para meterse en este terreno.

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¿De qué manera actúan las editoriales frente a este contexto?

La realidad es que las editoriales son muy exigentes en el negocio del libro digital, fundamentalmente por la piratería. Dado que una vez inmerso el contenido en las plataformas digitales, este es sumamente propenso a ser pirateado. Esta clase de inconvenientes es lo que termina frenando el accionar de las editoriales que acceden a esta conversión digital. Hoy nos encontramos en un escenario en el que apenas el 15% del total de libros que se publican corresponde a formatos digitales. Hablamos de una oferta muy pobre para un lector, y es muy difícil que este encuentre el libro que está buscando en la web.

Con respeto a la nueva generación de lectores, ¿considera que ejercen algún tipo de influencia en esta actividad?  

En realidad los nuevos lectores, los “millennials”, todavía son consumidores y están recién empezando a entrar en el flujo de producción. Sin lugar a dudas hablamos de una generación que ha demostrado comportamientos bastante particulares: cuando usan la tecnología lo hacen de una forma que aún nos resulta difícil de comprender, sobre todo en el uso de redes sociales propias. Se presentan comportamientos y sistemas de manejo que nos cuesta mucho entender en términos de valor e importancia dada a las producciones.

¿Cómo se comportan los nuevos lectores con el formato clásico de los libros?  

Por otra tenemos todavía una valoración enorme por el libro en papel. Si analizamos el comportamiento de este soporte físico a nivel mundial, presenta cifras negativas en las ventas destinadas a un público adulto. En cambio, las ventas dirigidas a un lector juvenil presentan cifras positivas. Podemos decir que hay un fervor por la lectura en papel en esa generación en particular; a pesar de que uno piense lo contrario esto es lo que está pasando. Las nuevas generaciones son los que más están viviendo esta transición, después de esa generación vendrán nuevas que nacerán realmente rodeadas de smartphones y de plataformas como Facebook, Netflix, Youtube y demás. Por lo que van a seguir pasando cosas cada vez más alejadas a nuestra concepción actual sobre la tecnología. Se demandarán cosas diferentes, nuevos contenidos, y me parece que ante este avance estamos en una época muy prehistórica todavía.

¿Qué le dejó esta primera experiencia en Santiago del Estero?

Estoy muy agradecido de poder estar aquí, de poder conocer una provincia que no había visitado nunca. Muy agradecido también por la invitación del equipo de EDUNSE porque es importantísimo que se empiecen a dar esta clase de vínculos tanto para dentro de la universidad como por fuera de ella. Es una oportunidad también para visibilizar todo el trabajo de la editorial.  

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